lunes, 3 de agosto de 2020

Río perdido



Cuando era niña, conocí el Cárcamo de Chapultepec. Fue una novedad, bello y terrible. Los murales me hipnotizaban y era un placer observar el agua y oirla, suave y constante. Es un que me gusta, aunque no visito muy seguido.

No te cuento nada más, para que puedas verlo por tí misma. Te comparto una visita al Cárcamo 


1 comentario: